En muchos países, la pesca artesanal de agua dulce contribuye significativamente a la seguridad alimentaria, genera empleos e ingresos económicos para miles de familias. A pesar de su importancia, la pesca artesanal en agua dulce es poco reconocida. Muchas comunidades de pescadores y pescadoras siguen siendo marginadas y su actividad no es tomada en cuenta en las estadísticas nacionales. Las políticas de desarrollo tienden a favorecer a otros sectores tales como la agricultura o la producción hidroeléctrica, ignorando el papel de la pesca en la mitigación de la pobreza y su contribución a la seguridad alimentaria. La contribución de la pesca artesanal al desarrollo equitativo y a la utilización sostenible de los recursos acuáticos merece más reconocimiento por parte de los actores públicos y de la sociedad en general.